domingo, marzo 26, 2006

32 – MACHO O HEMBRA


Cada verano, infinidad de familias se encuentran con este dilema: playa o montaña. En nuestro caso, a esta complicación se une el de: macho o hembra. Cualquiera de las dos elecciones tiene su pega. Los dos tenderán a darse a la fuga para encontrar una pareja con la que apagar su sed amorosa. La hembra lo hará dos veces al año, el macho siempre que huela la presencia de una hembra en celo. Es inevitable, el macho intentará poner su semilla en una hembra. En caso de embarazo, deberá afrontar un largo proceso que culminará con el parto de una extensa camada. Entonces deberá decidir qué hacer con ellos. Si sabe quién es el perro padre, podrá intentar compartir responsabilidades. Ya ve, no hay perro perfecto. Pasando por alto estos inconvenientes, las hembras son mucho más inteligentes y sensibles que los machos. Los matices que puede ofrecerle una hembra, no serán los mismos que obtendrá de un rústico follador. Por contra, las hembras tienden a ser más celosas, protectoras y, rizando el rizo de las similitudes, ladran mucho más que los machos.