domingo, marzo 26, 2006

27 - SUELTA

Octava orden: suelta.

Esta orden tiene importancia porque nos permitirá que el animal suelte algo que no queremos que muerda. Por ejemplo: el brazo de un niño. Muchas personas juegan con su perro dándole a morder cosas y estirando de ellas. Está bien, los dos mamíferos se lo pasan de muerte. El problema es que cuando el perro es adulto hemos conseguido un precioso monstruo que no suelta lo que muerde. Puede cogernos jugando el suéter, morder, y desgarrárnoslo. Eso es en el mejor de los casos. También podría coger el brazo de un niño, tan parecido a un tronco de árbol, y llevado por el frenesí del juego, no soltarlo hasta que ya no fuera demasiado tarde. Para evitarnos este tipo de problemas, enseñaremos a nuestro perro a soltar y entregarnos lo que tiene en la boca cuando le digamos: suelta. ¿Cómo? Esto deberá enseñárselo de bien pequeño. ¿Por la fuerza bruta? Depende del perro, algunos no ofrecen resistencia y soltará lo que tiene en la boca. Si ve que usando algo de fuerza le cuesta quitarle las cosas de la boca, desista. De la orden y ofrezca algo distinto al perro. Un quesito, una galleta. Así conseguirá que le dé lo que tiene en la boca.